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martes, 14 de junio de 2011

Inositol

El hexafosfato de inositol y el cáncer

Por el Dr. Héctor E. Solórzano del Río.

 

Profesor de Farmacología del CUCS de la Universidad de Guadalajara

 

El inositol se considera un miembro de la familia de las vitaminas del complejo B. El inositol se encuentra en casi todas las células y es esencial para las funciones corporales más importantes.

El inositol es similar en su estructura química a la glucosa. Pequeños cambios en su estructura química -- tal como la adición de grupos de fosfato (PO4) producen una familia entera de fosfatos de inositol, cada una con su propio repertorio de efectos bioquímicos en el cuerpo.

El hexafosfato de inositol fue identificado por primera vez en 1855. Se encuentra en casi todas las células de los mamíferos, incluyendo las células humanas, donde es necesario para regular las funciones celulares vitales.

En la fibra entera y en los cereales, el hexafosfato de inositol está unido a la proteína. Para que el hexafosfato de inositol sea absorbido del intestino y transportado en el torrente sanguíneo a los diferentes órganos y sitios donde ha ocurrido una enfermedad o un cáncer, el hexafosfato de inositol debe de ser primero liberado de los complejos proteicos. Hay una enzima llamada fitasa que está presente en los alimentos y también se encuentra en los intestinos. Esta enzima puede degradar al hexafosfato de inositol haciéndolo inactivo contra el cáncer.

Entre más tarde el hexafosfato de inositol en ser liberado de la fibra, más tiempo estará accesible a la enzima para degradar al hexafosfato de inositol. Así que aunque una dieta alta en fibra puede contener altas cantidades de hexafosfato de inositol, puede que uno nunca obtenga el beneficio completo. El hexafosfato de inositol puro – en forma de complementos alimenticio -- es mucho mejor puesto que será absorbido antes de que la enzima tenga una oportunidad de destruirlo.

El hexafosfato de inositol también es un antioxidante – es decir que inhibe la producción y la actividad de los radicales libres -- y muchas de sus acciones beneficiosas pueden atribuirse a esta propiedad.

En el reino vegetal, el hexafosfato de inositol funciona también como un antioxidante, protegiendo y preservando a las semillas de ciertas plantas, las cuales pueden permanecer viables, o sea vivas y fértiles hasta por 400 años. Una razón para tal longevidad puede ser el hexafosfato de inositol. El arreglo de los fosfatos en la molécula del hexafosfato de inositol provee en forma única una interacción especial con el hierro para inhibir totalmente su capacidad de ayudar a producir radicales libres de los hidroxilos. De esta manera la protección contra el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, las cataratas y una gran variedad de aplicaciones del hexafosfato de inositol son el resultado de esta función antioxidante.

En estudios, a animales experimentales se les administró hexafosfato de inositol por vía oral al agregarlo al agua que bebían. Para determinar la efectividad del hexafosfato de inositol en diferentes especies y contra tumores producidos por diferentes cancerígenos, se usaron diferentes animales y deferentes químicos que causan cáncer del colon.

En el grupo de animales que recibieron el hexafosfato de inositol previo a la administración del cancerígeno tenían un número promedio de tumores de 3. En cambio en el grupo control, es decir en los que no recibieron hexafosfato de inositol el número promedio de tumores por animal fue de 4.6.

Este estudio nos sugiere que el hexafosfato de inositol simplemente disminuye la tasa elevada de división celular durante la formación del cáncer pero no afecta la tasa normal de división celular en animales sanos.

En conclusión el hexafosfato de inositol previene el cáncer del colón al menos en estas especies. La Dra. Katharine Cole y Mary Smith han demostrado que 10 segundos después de agregar hexafosfato de inositol a células tumorales de colon humano, hay una elevación rápida de 3 a 4 veces de calcio en la célula. Este incremento veloz en el calcio sugiere fuertemente que el hexafosfato de inositol actúa sobre un receptor en la célula. En este caso, la evidencia señala que el hexafosfato de inositol tiene una acción que puede bloquear a un receptor para un crecimiento. Con este receptor bloqueado, la célula cancerosa no puede crecer ni multiplicarse.

El grupo Pretlow reportó sus resultados en la tercera conferencia anual sobre nutrición y cáncer organizado por el Instituto Americano para la Investigación del Cáncer en 1992. Aseveraron que el hexafosfato de inositol no solamente es un inhibidor efectivo del cáncer del colon sino que también es más efectivo cuando se compara con otros agentes preventivos como el selenio.

El hexafosfato de inositol puede combatir el cáncer al estimular la actividad de las células asesinas naturales. Estas son células del sistema inmunológico que pueden destruir a las células tumorales así como ayudar en la lucha de nuestro cuerpo contra una gran variedad de enfermedades infecciosas.

Varios estudios in vitro de líneas de células cancerosas de roedores y humanos demuestran que el hexafosfato de inositol reduce la tasa de proliferación celular en todas las líneas de células probadas; Las células no siguen multiplicándose. En forma interesante y diferente de la mayoría de los agentes anticancerosos, con el hexafosfato de inositol las células no muestran una evidencia de citotoxicidad; es decir, las células no se están muriendo por tener demasiado hexafosfato de inositol alrededor. En vez de eso, el crecimiento de las células malignas se hace más lento. Las células maduran y luego se mueren.

Hay una medida comúnmente usada para representar la eficacia de un medicamento u otra substancia. Se llama la concentración inhibitoria y entra en juego cuando hay una inhibición del 50% del número de células -- el CI50. La dosis o la concentración requerida para alcanzar el CI50 varían según los diferentes tipos de células o líneas de células.

Ya sea que sean cancerosas o sanas, el hexafosfato de inositol no mata a las células. Los medicamentos contra el cáncer, por otro lado, sí matan a las células sin mucha discriminación - a ambas a las células normales y a las células cancerosas. El hexafosfato de inositol detiene a las células cancerosas de crecer en form descontrolada y las normaliza.

El hexafosfato de inositol funciona aquí al evitar a los receptores hormonales de esta manera haciéndolo efectivo virtualmente para cualquier línea de células. Estas acciones del hexafosfato de inositol han sido observadas durante estudios contra el cáncer realizados por varios investigadores.

Usando una línea celular YAC-1 del linfoma de ratón como células blanco, se midió la capacidad de las células asesinas del bazo del ratón para matar a las células malignas (citotoxicidad). Los ratones con tumores inducidos, tratados in vivo con hexafosfato de inositol mostraron una actividad de las células asesinas muy mejorada comparada con la de los controles no tratados. Esta actividad de las células asesinas está correlacionada con la supresión tumoral; conforme la actividad de las células asesinas se eleva, la incidencia del cáncer se disminuye. Una mejoría similar de la actividad de las células asesinas se encontró también cuando los esplenocitos de ratones sanos fueron tratados con hexafosfato de inositol in vitro.

En varios experimentos fueron tratadas células asesinas humanas con hexafosfato de inositol y como resultado de ello, su citotoxicidad se incrementó.

En otro estudio publicado hace algunos meses, en la revista Anticancer Research se encontró que después de 2 semanas los tumores de ratones tratados 3 veces a la semana con hexafosfato de inositol estaban 96 % más pequeños que los tumores de los ratones que no recibieron el hexafosfato de inositol.

Por otro lado, estudios epidemiológicos han demostrado que las poblaciones con dietas altas en hexafosfato de inositol tienen una incidencia más baja de cáncer del colon, cáncer de mama y cáncer de próstata.

Otro efecto que tiene el hexafosfato de inositol es mejorar la producción de moléculas de oxígeno reactivo en los leucocitos cuando son estimulados por químicos o bacterias. Este es un mecanismo de defensa que utilizan los polimorfonucleares para dañar a las bacterias patógenas.

Los resultados de varios estudios para las células de rabdomiosarcoma tratadas continuamente durante 7 días mostraron que el hexafosfato de inositol suprime el crecimiento de la línea celular del rabdomiosarcoma humano in vitro de una manera dependiente de la dosis.

Se observó una disminución significativa del crecimiento tumoral en animales tratados con hexafosfato de inositol. El tratamiento con hexafosfato de inositol causó una disminución en la incidencia tumoral y suprimió el crecimiento de tumores. Mientras todos los animales que no recibieron hexafosfato de inositol desarrollaron tumores, solamente el 20% de los animales tratados con hexafosfato de inositol produjeron tumores. Si había tumores, eran de 25 a 49 veces más pequeños en los animales tratados con hexafosfato de inositol.

Otro encuentro muy importante que se ha visto en los estudios es que las células cancerosas no se hacen resistentes al hexafosfato de inositol por lo cual, esto sugiere un gran potencial del hexafosfato de inositol como un nuevo acercamiento coadyuvante nutricional para el rabdomiosarcoma y otros tumores.

Hay una enzima clave responsable de desintoxicarnos de varios químicos que entran en nuestro cuerpo, incluyendo a los agentes que causan cáncer. Esta enzima se llama glutatión S-transferasa y una de sus funciones es protegernos de los agentes químicos nocivos.

En varios estudios, se ha demostrado que la alta ingesta oral de hexafosfato de inositol produce un incremento estadísticamente significativo en la actividad de la glutatión S-transferasa en el hígado. De esta manera, podemos también afirmar que el hexafosfato de inositol no sólo reduce el número de focos aberrantes de criptas sino que también mejora la capacidad del cuerpo para destruir algunas substancias que pueden causarnos cáncer.

El hexafosfato de inositol es muy rápidamente absorbido del estómago y el intestino delgado y distribuido a varios órganos tan rápido como en una hora después de su administración.

Se ha estudiado la seguridad de la administración del hexafosfato de inositol y afortunadamente no se ha encontrado ningún efecto toxico en la suplementación a largo plazo.