Electrifique su salud con el Germanio.
Por el Dr. Héctor E. Solórzano del Río.
Profesor de Farmacología del CUCS y Coordinador del Diplomado en Medicina
Natural de la Universidad de Guadalajara.
En 1886 un químico alemán Clemens Winkler descubrió un agente químico no identificado. Es un mineral que ocurre en pequeñas cantidades en los alimentos, los depósitos de carbón y en la corteza de la tierra. A esta substancia le llamaron Germanio. En 1950 el Dr. Kazuhiko Asai, un brillante químico japonés descubrió trazas de Germanio en plantas fosilizadas. La siguiente novedad acerca del Germanio vino de Rusia, donde los reportes sugirieron que tenía propiedades anticancerosas.
Algunos años más tarde, el Dr. Asai descubrió que muchas plantas medicinales, tales como el ajo, la cebada, el shiitake y la clorera tienen concentraciones elevadas de Germanio (Asai, K. Miracle Cure: Organic Germanium, Japan Publications Inc. 1980). El agua santa de Lourdes, conocida por su valor terapéutico también contiene mucho Germanio.
En 1967 el Dr. Asai logró sintetizar un nuevo compuesto de Germanio y descubrió que la substancia manufacturada también tenía capacidades curativas. A este producto ahora lo conocemos como Germanio orgánico. Uno bien puede preguntarse cómo algo hecho por el hombre puede llamarse orgánico. La razón es que cualquier cosa que contenga carbono en su arquitectura molecular, es orgánica.
El átomo del germanio orgánico está tan estructurado que acepta y transmite electrones, dándole una capacidad de semiconductor.
Esto quiere decir que se convierte en un electroestimulador, induciendo el flujo de electricidad. En su forma pura metálica, el germanio se usa mucho en la industria para los transistores, las fibras ópticas y otras muchas aplicaciones. Biológicamente, parece poder estimular los impulsos eléctricos a nivel celular. La ciencia moderna ha establecido como un hecho demostrado plenamente que nuestros cuerpos, con nuestros nervios y nuestros músculos, todos están ligados eléctricamente. Así que cualquier substancia que pueda mejorar nuestras conexiones eléctricas tiene que tener un profundo efecto y estimulante en los seres vivos.
El Germanio cuenta con varias propiedades muy peculiares y extremadamente valiosas como las siguientes: Es un mejorador del oxígeno ya que se ha demostrado que aumenta el flujo de oxígeno en todas las unidades celulares, sobre todo en los sitios donde existe una deficiencia.
Es un adaptógeno porque normaliza la mayoría de las funciones del cuerpo y eso se ajusta a las necesidades específicas de cada uno. Se ha visto que en casos de algunas enfermedades graves, como el cáncer, estimula al sistema inmunológico para que produzca las substancias que a su vez, ayudarán a destruir a las células malignas. También hemos notado que el Germanio es una especie de estimulante cerebral debido a que muchas personas reportan un aumento en la capacidad mental. Tal vez este efecto sea una consecuencia de la ayuda que produce el Germanio para que el cuerpo mande más oxígeno al cerebro. Por otro lado, podemos decir que el Germanio es un desintoxicante debido a que por su estructura química tiende a unirse, quelar y luego eliminar a ciertos compuestos tóxicos y sustancias dañinas como los metales pesados.
Con toda certeza se puede afirmar que el Germanio es un catalizador inmunológico ya que ayuda a convertir a los macrófagos inactivos en células 100 % activas. Lo mismo hace al mejorar la producción de interferón y aumenta el número de células asesinas naturales. El Germanio orgánico ha sido ampliamente investigado tanto por la comunidad científica ortodoxa como por los médicos alternativos, encontrando efectos terapéuticos notables. La versatilidad de los efectos terapéuticos del Germanio orgánico y su virtual no-toxicidad lo hacen una substancia altamente atractiva a cualquier médico interesado en alcanzar y mantener una buena salud en sus pacientes.
La existencia de un elemento con la estructura atómica del Germanio fue en realidad predicha por el químico ruso Mendeleev quien dejó un espacio en su tabla periódica para un elemento que él llamó ekasílice. El Germanio pertenece a la familia cuatro de la tabla periódica junto con el carbono, la sílice, el estaño y el plomo y casi siempre es clasificado como un semimetal o dicho de otra manera tiene propiedades de semiconductor. Para lograr conseguir una forma orgánica de Germanio, se requirió un gran trabajo laborioso que consumió más de 10 años de vida dolorosa del Dr. Asai. Pero al final se logró la obtención del carboxietilgermanio sesquióxido, un polvo blanco que fue sintetizado por primera vez en el año de 1967 (Tsutsui, M., Kakimoto, M., Axtell, D.D., Oikawa, H. and Asai, K., 'Crystal structure of carboxyethylgermanium sesquioxide', I. Amer. Chem. Soc., 98(25), 8287-9, 1976).
El Germanio orgánico, desde entonces se ha usado en muchas maneras, solo, con dieta, como parte de un programa contra el estrés y hasta como un nutriente coadyuvante contra el cáncer. La seguridad del Germanio orgánico ha sido bien documentada. Algunos ejemplos de padecimientos donde se ha utilizado son: En la artritis reumatoide, la epilepsia, el cáncer, la enfermedad de Parkinson, la osteoporosis, la diabetes, el asma, la malaria, el dolor, la gastritis, las úlceras duodenales, las enfermedades mentales, la leucemia, la enfermedad de Raynaud, algunos problemas de la piel, el glaucoma, la amiloidosis y muchas otras.
Describiendo algunas de las acciones que tiene el Germanio orgánico sobre el sistema inmunológico, podemos decir que estimula la producción de interferón (Aso, H., Suzuki, F., Yamaguchi, T., Hayashi, Y., Ebina, T., and Ishida, N. 'Induction of interferon and activation of NK cells and macrophages in mice by oral administration of Ge-i 32, an organic germanium compound'. Microbiol. Immunol., 29, 65-74. 1985), estimula la producción de las células supresoras T (Badger, A.M., Mirabelli, O.K. and DiMartino, M.,'Generation of suppressor cells in normal rats by treatment with Spiro-germanium, a novel heterocyclic anticancer drug'. Immunopharmacology, 10, 201-7. 1985), estimula la actividad de las células asesinas naturales (Mizushima, Y., Shoji, Y. and Kaneko, K., 'Restoration of impaired immunoresponse by germanium in mice'. Int Arch. Allergy App!. Immunol. 63, 3 38-9, 1980) y como ya lo mencioné, activa a los macrófagos y los convierte en macrófagos citotóxicos (Sato, I., Yuan, B.D. Nishimura, T. and Tanaka, N., 'Inhibition of tumor growth and metastasis in association with modification of immune response by novel organic germanium compounds'. I. Biol. Response Mod., 4, 159-68, 1985, 98, 103, 105). Existen varias publicaciones que hablan sobre los resultados del uso del Germanio orgánico como un tratamiento alternativo contra el SIDA (Badgley, L. Healing Aids Naturally. Natural Therapies for the Immune System, Human Energy Press, 1986.y Weiner, M.A., Maximum Immunity: How to fortify your natural defences against cancer, AIDS, arthritis, allergies and other immune deficiency diseases. Gateway Books, 1986).
Desde 1987 el uso del Germanio orgánico como un agente en el tratamiento potencialmente prometedor contra el SIDA fue discutido en una conferencia realizada en Japón (Schuitemaker, GE, Germanium: a mineral of great promise, Orthomoleculair, No. 3, 1987). Otra de las acciones del Germanio orgánico es que enriquece el suministro de oxígeno. Lo cual significa que disminuye el requerimiento de consumo de oxígeno por los tejidos y alarga la vida. Cuando hay más oxígeno accesible, la viscosidad de la sangre disminuye, por eso, el flujo sanguíneo aumenta a todos los órganos.
El Germanio orgánico protege contra el envenenamiento por monóxido de carbono, es benéfico para tratar muchas enfermedades de los ojos y en la curación de las heridas, especialmente en quemaduras. El Germanio orgánico también actúa como un antioxidante, particularmente contra la acumulación de amiloide (Suzuki, T., Ishikawa, S., Motoyama T. and Oboshi, S., 'Suppression and acceieration of experimental amyloidosis in mouse model'. Acta Pathol Japan, 30(4), 557-64, 1980). Protege a la cisteína de la oxidación (Takashima R. and Mitsui Y., "Germanium as a stabilizer of cysteine eye drop" In Immunomodulation by Microb. Products and related synthetic compounds. Int. Symp. Osaka 27-29 July 1981, Exerpta Medica 498-500, 1982).
Tiene efectos activantes importantes sobre la superóxidodismutasa y los sistemas enzimáticos asociados con el glutatión (Harisch, G., 'Glutathione and glutathione-dependent enzymes of the rat liver after different doses of Sanumgerman'. In 1st Intl. Conf. on Germanium, Hanover, October 1984, Lekim and Samochowiec (eds.) Sem melweis-Verlag. 1985).
El Germanio orgánico tiene la sobresaliente capacidad de captura y descarga de los metales pesados como el mercurio, el cadmio, el plomo y otros más. Otro efecto muy importante con el que cuenta el Germanio orgánico es que protege contra el daño producido por la radiación en seres humanos, incluyendo aquellos pacientes que están recibiendo radioterapia contra el cáncer.
El Germanio orgánico tiene un efecto analgésico al influir en ambos, el sistema catecolaminérgico y el serotoninérgico (Kleinrok, Z., Lekim, D., jagiello-Wojtowicz, E. and Chodkowska, A., 'Central action of sanumgerman in mice', Pol. I. Pharmacol. Pharm., 38, 299-307, 1986). Esta acción explica algunos de los efectos colaterales temporales que a veces se ven al tomar grandes dosis de Germanio orgánico (más de 1,000 mg al día) como letargo, mareos, somnolencia. La estimulación de la serotonina que ejerce una acción calmante puede explicar los efectos positivos de sentirse mejor y que se observan consistentemente en los pacientes que toman Germanio orgánico. Los nuevos paradigmas de la ciencia nos han hecho mirar más profundamente y recordar que los cristales le dan cuerpo a las energías que pueden ser efectivamente canalizadas para la visión interior y la curación.
Las propiedades curativas de los cristales se están haciendo muy conocidas y muchísimas personas están aprendiendo a sintonizarse y utilizar estas energías curativas para el alivio del planeta y la curación personal.
Se piensa que la naturaleza curativa de los cristales se deriva de los campos de energía que al final son una consecuencia de electrones que crean estos campos energéticos (Bonewitz, R., Cosmic Crystals. Crystal Consciousness and the New Age, Thorsons, 1983). El Germanio orgánico en su forma sólida es un cristal y por supuesto una de las propiedades fundamentales del Germanio orgánico es su naturaleza semiconductora, es decir, su capacidad de donar y recibir electrones fácilmente. Muchas de las propiedades terapéuticas del Germanio orgánico pueden deberse a sus cualidades electrónicas intrínsecas. Otros experimentos que documentan las propiedades biofísicas del Germanio orgánico han sido realizados intensamente (Kokoschinegg, P., and Kokoshinegg, M., 'Biophysical results with germanium and Sanumgerman-preliminary experi-ences', In 1st mt. Conf. on Germanium, Hanover, October 1984, Lekim and Samochowiec (eds.) Semmelweis-Verlag, 1985) señalando la capacidad de esta substancia para influir en las características magnéticas y energéticas.