Considerando que la Medicina Ortomolecular o mejor dicho la Nutrición Ortomolecular, es excelente complemento del Biomagnetismo, en su carácter terapéutico. Sin menoscabo de que cada una de ellas, por si misma, siguen dando excepcionales resultados, tanto a Terapeutas en su práctica Profesional, como a Pacientes y Consultantes en la recuperación de su Salud, decidí crear este Blog Especializado: Ortomolecular – Nutrición exacta y Salud óptima, vinculándolo al de Biomagnetismo Holístico – Terapia Integral. Los contenidos estarán más enfocados al estudiante e investigador, que al curioso, pues serán enriquecidos en su caso con referencias Técnicas y bibliográficas y demás información compilada principalmente desde el Internet…El Editor…

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domingo, 4 de noviembre de 2012

EL EQUILIBRIO ACIDO-ALCALINO

Nuestro cuerpo vive gracias a su constante actividad encaminada a mantener el equilibrio en su medio interno. Una de las variables más importantes que ha de procurar sostener en adecuada armonía es el pH.

El pH es una medida que nos indica la tendencia de algo hacia la acidez o la alcalinidad. Nuestro cuerpo tiende, normalmente, a desviarse hacia la acidez y sus esfuerzos van encaminados a contrarrestarla. Se producen muchos ácidos (por la alimentación, rutas metabólicas, actividad celular...) y asimismo existen variados sistemas que los neutralizan y eliminan (riñones, respiración, componentes alcalinos de la sangre...). De ésta manera el medio interno trata de mantenerse en la estrecha franja de pH que permite sostener la vida. La sangre es tremendamente estable en éste aspecto y se puede permitir muy leves variaciones. Los excesos ácidos, como hemos dicho, han de ser eliminados.

Sucede que hay alimentos que favorecen la acidez y otros que aportan bases (álcalis). En nuestras dietas suelen abundar, con gran diferencia, los primeros. Y por éste motivo solemos padecer un exceso ácido que es enormemente perturbador para el normal funcionamiento del cuerpo y sus células. Agrava la situación la vida sedentaria, la escasa oxigenación e, incluso, las emociones negativas que cada vez abundan más en nuestras sociedades.

¿QUE OCURRE CUANDO HAY UNA CONSTANTE TENDENCIA A LA ACIDEZ?

Como explicamos, la sangre tratará a toda costa de mantener su pH (ligeramente alcalino). Para ello a de difundir hacia los tejidos todo exceso ácido. Allí, los ácidos serán recogidos por la linfa. El sistema linfático es un sistema circulatorio unidireccional que recoge desechos y también productos útiles de los tejidos. Los ganglios, entre otras funciones, hacen de estaciones depuradoras. Finalmente, la linfa limpia, procedente de todos los vasos linfáticos del cuerpo, desemboca en la vena cava, antes de su entrada en el corazón.

Cuando la linfa recoge demasiados ácidos, lo que primeramente puede resultar afectado es el sistema inmunológico o defensivo. El exceso de acidez perturba a los linfocitos (células encargadas de defendernos frente a las infecciones y que se preparan para ello en los ganglio linfáticos). Estos no pueden cumplir debidamente sus misiones.

Cuando la acidez es tanta que no puede ser totalmente absorbida por el sistema linfático, se acidifican todos los tejidos de nuestro cuerpo. Riñones, pulmones y piel también se encargan de eliminar ácidos.

Aunque esquemáticamente expuesto, eso es lo que ocurre cuando se aporta en la dieta un exceso ácido y no se puede neutralizar y eliminar satisfactoriamente. Las consecuencias, tarde o temprano, darán lugar a problemas tales como:

* Fatiga crónica.

* Nerviosismo, irritabilidad, tendencia a la depresión.

* Dolores en las extremidades.

* Dolor de cabeza.

* Tendencia a sufrir infecciones repetitivas de cualquier tipo. Las más frecuentes pueden ser resfriados, amigdalitis, faringitis, bronquitis, cistitis e infecciones genitales.

* Inflamaciones frecuentes que curan lentamente.

* Problemas dentales.

* Malestares gástricos e intestinales.

* Cálculos renales y en la vesícula biliar.

* Irritaciones de la piel, generalmente por el sudor ácido.

* Eccemas, predisposición a las infecciones por hongos.

* Calambres, contracturas (predisposición a padecer lumbago, ciática y tortícolis).

* Desmineralización ósea.

* Agravamiento de los procesos alérgicos.

* Insomnio.

La excesiva acidez de su medio, en un grado mayor, puede producir "locura" celular, que es la definición más breve del cáncer. Por eso, las dietas que se acepten eficaces para prevenir el cáncer están formadas mayoritariamente por alimentos que ceden álcalis al organismo. Vamos a ver a continuación cuales son:


ALIMENTOS DE REACCIÓN ALCALINA

* Todas las frutas, incluidos los cítricos. Estos son ácidos por contener ácido cítrico, pero en el organismo su parte ácida es eliminada en la respiración dejando en su lugar una gran cantidad de elementos alcalinos.

* Todas las verduras. Incluidas las semillas germinadas y tubérculos, especialmente las patatas.

* Leche y derivados, excepto quesos fuertes.

* Otros: yema de huevo, castañas y soja.


ALIMENTOS DE REACCIÓN ÁCIDA

* Cereales y derivados (harinas). No lo son cuando se consumen germinados.

* Alimentos que contienen glúcidos y proteínas. Las legumbres (germinadas de
reacción alcalina).

* Azúcares.(La miel no da reacción ácida.

* Proteínas en general. Carnes, pescados, huevos (sólo la clara), quesos
curados...

* Alcohol.

Hay que incluir el tabaco y el café.

EN UNA DIETA SANA LOS ALIMENTOS ALCALINO-REACTIVOS DEBEN PREDOMINAR SOBRE LOS ÁCIDO-REACTIVOS.


¿COMO SABER SI TENEMOS UN EXCESO ÁCIDO?

Es muy fácil. No tenemos más que medir el pH de la orina. En ella podemos ver claramente lo que el cuerpo trata de eliminar. Así, si es ácida es que nos sobran ácidos y necesitamos proveer al organismo de elementos alcalinos y lo contrario (mucho menos común) si es alcalina.

Para ello compraremos en la farmacia o en un establecimiento que vendan material de laboratorio tiras de papel indicador de pH.

Mediremos la segunda orina de la mañana (la segunda vez que orinemos después de levantarnos de la cama). La primera orina después de despertar es muy ácida siempre porque durante el sueño el cuerpo se entrega a procesos de reparación y ajuste. En consecuencia se eliminan más ácidos.

Basta mojar la mitad de una tira del papel indicador en la orina. Este cambiará de color y, en un catálogo de colores que suele venir en el estuche de las tiras, miraremos con qué cifra se corresponde.

Lo normal debiera ser 7 ó 7,5 (un color verdoso). Si la cifra es menor indica un exceso ácido. Entonces deberemos seguir una dieta más alcalina hasta que se normalice. Lo podemos medir todos los días, es extremadamente sencillo.

Cuando ya la segunda orina de la mañana se mantiene en el pH óptimo observaremos como muchas molestias que posiblemente sufriéramos tienden a desaparecer.

En bastantes casos la acidificación es tan rebelde que tendremos que ayudarnos tomando suplementos alcalinizantes. Recomendamos los que están compuestos por citratos, preferiblemente que no contenga citrato sódico para evitar el exceso de sodio. Se consiguen en herboristerías o establecimientos de dietética. Se toma media cucharadita en agua tres veces al día si el pH es de 5 y se va disminuyendo cuando va aproximándose a su valor óptimo (7-7,5). Luego, lo ideal, es mantenerlo con la dieta.


FACTORES QUE CONTRIBUYEN A CONTRARRESTAR LA EXCESIVA ACIDEZ

* Dieta con preponderancia de alimentos alcalino-reactivos.
* Ejercicio físico.
* Buena oxigenación (mejora de la capacidad respiratoria).
* Beber abundante agua de buena calidad.
* El sueño reparador y la relajación.
* Las emociones positivas (alegría, optimismo...).


¿PUEDE HABER EXCESO ALCALINO?

Sí, puede haberlo y se detecta fácilmente midiendo el pH urinario. No es lo habitual. Se contrarresta aumentando la ingesta de alimentos ácido-reactivos.


Así que uno de los secretos para tener más vitalidad y resistencia frente a las enfermedades consiste en hacer predominar los alimentos alcalino reactivos en nuestra alimentación diaria.

= Texto tomado del libro: "Salud y Larga Vida por la Alimentación" de Editorial Terapión.
 

EL EQUILIBRIO SODIO-POTASIO

Consumimos una cantidad muy excesiva de sodio y el potasio resulta en proporción deficiente. El equilibrio sodio-potasio es muy importante para nuestro organismo.

El exceso de sodio es muy negativo para:

* El metabolismo de los huesos.
* El buen funcionamiento del sistema circulatorio y corazón.
* La normal producción de energía.
* El correcto funcionamiento de los riñones.
* El mantenimiento de la presión arterial normal (especialmente en la hipertensión).
* Los músculos y los tejidos. Se infiltra en las células y se retienen líquidos, lo que deteriora sus funciones.

El eminente cardiólogo Dr. Sodi Pallarés descubridor e investigador de las muchas influencias de este desequilibrio en el organismo, propone una dieta baja en sodio y alta en potasio como fundamento de la buena salud.

Para aplicar esta dieta saludable basta tener presente los alimentos que contienen gran cantidad de sodio para eliminarlos o restringirlos, al tiempo que se consumirán prioritariamente los que contienen potasio (y son a la vez pobres en sodio). Esta dieta está conforme también con la recomendación de hacer predominar los alimentos alcalino-reactivos sobre los ácido-reactivos.

Una de las claves más importantes es evitar el añadir sal (cloruro sódico) a las comidas. En todo caso el tope diario será de un gramo y medio (se puede hacer pesar esa cantidad y tomar el volumen que ocupa como referencia, auxiliándose de un dedal o recipiente similar). Acostúmbrese a sazonar con hierbas aromáticas y especias. Quienes "no puedan sufrir" de ninguna manera comer sin sal (lo cual sólo es cuestión de hábito y saber apreciar el sabor natural de los alimentos) pueden optar por la sal potásica de régimen.
Importante: consulta a tu médico si tienes dudas. Siempre sigue las recomendaciones de tu médico. 

ALIMENTOS CON UN ALTO CONTENIDO EN SODIO

-Deben evitarse o consumirse con mucha moderación-

* Sopas de sobre.
* Cubitos (Avecrem y similares).
* Queso en general (excepto el queso sin sal).
* Clara de huevo.
* Mahonesa.
* Mantequilla salada.
* Margarina.
* Mantequilla de cacahuete.
* Todos los mariscos.
* Bacalao.
* Conservas y enlatados (incluso los vegetales).
* Embutidos y fiambres.
* Cereales tipo desayuno (Corn Flakes, etc.).
* Algunas aguas minerales.
* Vísceras (pulmón, corazón, hígado, riñones...)
* Lengua
* Corned Beef.
* Pato.
* Flanes.
* Jamón.
* Extracto de carne.
* Pan de todo tipo (excepto sin sal)
* Galletas.
* Chocolate.
* Aceitunas.
* Uvas pasas con pepita.
* Altramuces.
* Apio.
* Col fermentada.
* Mostaza.
* Patatas fritas.
* Aperitivos, snacks.
* Pepinillos encurtidos y similares.
* Jugo de remolacha.
* Tomate concentrado.
* Frutos secos con sal.
* Bicarbonato sódico.
* "Sal de frutas".
* Pasteles, confituras y mermeladas.


ALIMENTOS RICOS EN POTASIO Y BAJOS EN SODIO
(Lo son mientras no se les añada sal)

-Deben predominar en la alimentación diaria-

* Arroz integral.
* Copos de avena.
* Cereales integrales.
* Mijo.
* Germen de trigo.
* Trigo sarraceno.
* Muesli.
* Levadura de cerveza.
* Aguacate.
* Todas las frutas frescas.
* Frutas secas (menos las pasas con pepitas).
* Frutos secos y oleaginosos (los altramuces no).
* Todas las verduras y hortalizas frescas (excepto apio, hinojo, remolacha y zanahoria).
* Todas las legumbres.
* Setas.

En una proporción menor:

* Leche, kéfir, yogur.
* Leche de soja.
* Mero.
* Carpa.
* Perca.
* Trucha.
* Sargo.
* Solomillo de ternera.
* Pechuga de pollo.
* Carne de caballo.
* Conejo.
* Liebre.
= Texto tomado del libro: "Salud y Larga Vida por la Alimentación" de Editorial Terapión